A mi hijo le tardan en salir los dientes
Al igual que hay bebés que tardan más en andar o en hablar, lo mismo puede pasar con el crecimiento de sus dientes. Es algo que, aunque pueda resultar notorio en sus primeros meses de vida, enseguida se iguala con el resto. Si ves que la diferencia es muy grande comparada con los demás niños, puedes consultar con su pediatra, pero lo más seguro es que ese pequeño retraso en el crecimiento de sus dientes no signifique nada. ¡Cada uno tenemos nuestros ritmos!
El momento aproximado en el que irrumpen los primeros dientes oscila entre los seis y los ocho meses. Pero cabe recalcar que es una aproximación y que cada cuerpo es un mundo. Los profesionales sanitarios que acompañan a nuestro pequeño en su crecimiento serán quienes conozcan mejor su caso y quienes nos guíen como padres en ese camino.
La velocidad con la que los bebés crecen o aprenden se puede variar. Si al pequeño le tardan en salir los dientes, pero el resto de su crecimiento y desarrollo cumple con los tiempos habituales, no tienes de que preocuparte. Si el tiempo sigue pasando y cuando el niño cumple el año o incluso los 15 meses no hay rastro de sus dientes, será el momento de que el pediatra le realice algunas pruebas que descarten problemas endocrinos.
Además, lo lógico es que, si los primeros dientes tardan algunos meses más de lo habitual en salirle, pase lo mismo con el resto de la dentadura. Esto, además, como un efecto dominó, retrasará a su vez la caída de los dientes de leche.
No te centres en los inconvenientes, ¡busca las ventajas!
– Si el bebé toma leche del pecho, el retraso en el crecimiento de los dientes también minimizará el leve mordisqueo que siente la madre cuando lo alimenta.
– Cuanto mayor sea el niño al aparecer la dentición, más fácil será inculcarle hábitos de higiene bucal porque estará más capacitado para entenderlo.
– Si en el momento en que empieza a andar tiene pocos dientes, menos golpes se llevará en ellos.
Si vuestro hijo está en esta situación y pasado el medio año de vida aún no tiene dientes, no os agobiéis. Si no hay ningún otro síntoma que pueda haceros pensar en una alteración, no hay motivo para preocuparse, todo llegará a su debido momento. Y recuerda: consulta todas tus dudas con su pediatra, ¡es quien mejor conoce su caso y el de otros bebés!