Alimentos veraniegos ¡vigila el azúcar!
Con la llegada del verano, apetecen alimentos y bebidas refrescantes que, por lo general, son muy ricos en azúcar.
De este modo, si no quieres que las caries arruinen tu vuelta de vacaciones, conviene que sepas de cuáles se trata, intentes consumirlos con moderación y conozcas qué puedes hacer para que tu salud bucodental no se resienta.
Alimentos veraniegos ricos en azúcar
Helados. Son, sin duda, uno de los alimentos preferidos del verano. No obstante, acostumbran a ser muy ricos en azúcar. Además, al estar tan fríos, pueden ser un estímulo que provoque la aparición de dolor en personas con sensibilidad dental.
Granizados. Se trata de una de las bebidas que más apetece cuando el calor empieza a apretar. Pero conviene consumirlos con moderación, porque uno de sus principales ingredientes es el azúcar. l.
Limonada. Aunque se elabora principalmente con limón, acostumbra a llevar grandes cantidades de azúcar. Además, los alimentos ácidos pueden erosionar el esmalte y acabar provocando hipersensibilidad dental.
Refrescos. Estas bebidas carbonatadas no solo contienen altas dosis de azúcar, sino que también son ácidas. Así pues, además de estar muy relacionadas con la aparición de caries, pueden erosionar el esmalte de los dientes.
Zumos de frutas envasados. A pesar de que puedan parecernos sanos, los zumos suelen ser ricos en azúcar, sobre todo los envasados.
Cómo prevenir las caries en verano
Kit dental de higiene bucal. Es muy práctico llevar siempre encima un kit de higiene bucal de viaje que incluya un cepillo de dientes plegable y un dentífrico. De este modo, podrás cepillarte los dientes en cualquier momento.
Chicles sin azúcar. Si no puedes cepillarte los dientes después de comer, masticar un chicle sin azúcar tiene un efecto protector frente a la caries, ya que ayuda a producir más saliva, que neutraliza los ácidos de la boca.
Cepillado suave. Tras las comidas, es recomendable esperar unos 10 minutos antes del cepillado sobre todo si se generan ácidos. Así dejaremos que la saliva pueda remineralizar previamente los dientes. Durante el cepillado o, es importante no olvidar pasar el cepillo por todas las caras de los dientes.
Los dulces, después de las comidas. Entre horas, el flujo de saliva es menor y, por tanto, estamos menos protegidos frente a las bacterias que causan las caries. Así pues, es mejor consumirlos después de las comidas principales.
Como ves, no se trata de renunciar a los alimentos que perjudican a los dientes, pero sí consumirlos de forma ocasional y seguir siempre una adecuada higiene dental.