¿Besos y bacterias?
¿Qué sería del amor sin los besos? Es una de las mayores muestras de cariño entre una pareja y con ellos, vamos mucho más allá que con las palabras. Y aunque en San Valentín expresamos aún más nuestro amor, cualquier momento del año es bueno para dar rienda suelta a nuestros sentimientos. Con un beso podemos expresar amor y pasión… ¡Pero también compartir bacterias! Una reciente investigación compartida por la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA) concluye que con un beso de sólo diez segundos en el que haya contacto completo con la lengua e intercambio de saliva, se transmiten nada más y nada menos que… ¡80 millones de bacterias! Para llegar a esta conclusión, esta investigación analizó a 21 parejas y asoció sus perfiles microbiológicos en la saliva y la lengua con sus hábitos en cuanto a besos.
Otra de las conclusiones extraídas del estudio es que las parejas suelen tener una población bacteriana en la lengua más parecida que entre personas que no se relacionan. Además, cuantas más veces se besa una pareja al día, más similitud hay en las bacterias que habitan sus bocas. Esto indica que, además de intercambiar las bacterias en el momento exacto del beso, estas pueden llegar a colonizar espacios de la lengua ajena a largo plazo. Cuantos más besos, más bacterias. El estudio refleja que aquellas parejas que se besan nueve o más veces al día tienen una similitud de más del 50% en sus salivas.
¿Cómo puede afectarme este intercambio de bacterias?
Aunque no tiene por qué ser negativo el intercambio de bacterias entre una pareja, hay que tener cuidado si alguno de los dos tiene alguna enfermedad bucal como la periodontitis. De acuerdo con la SEPA, una persona con esta dolencia posee una gran cantidad de bacterias patógenas (sobre todo debajo de la encía y en la lengua) que pueden transmitirse a la pareja a través de los besos.
Como revela el estudio, en una convivencia en torno a los diez años en la que un miembro de la pareja tiene periodontitis y el otro no, existen más probabilidades de que la persona que no padecía la enfermedad vea empeorada su salud periodontal tras el transcurso de este tiempo que otra pareja en la que ambas bocas estén sanas. En la investigación, además, tras analizar las bacterias resultantes de la periodontitis en las dos partes de la pareja se ha descubierto que ambas pertenecían a la misma estirpe, lo que confirma que se lo transmite la pareja y que no es casualidad.
Factores más allá de la pareja
Que no cunda el pánico. Que una parte de la pareja tenga periodontitis no significa que la otra vaya a padecerla sí o sí. Ya que, además de que las bacterias tienen que colonizar la otra boca, deben darse otros factores genéticos, ambientales y microbiológicos para que la enfermedad se desarrolle en la segunda boca. Es importante recalcar que nuestros hábitos diarios, como un buen cepillado, la limpieza interdental y el uso del enjuague bucal, nos ayudarán a mantener nuestra boca sana.
Así que, aunque las bacterias se intercambian fácilmente mediante los besos, no es fácil que colonicen la otra boca y, para que ocurra, deben pasar muchos años y darse otros factores de riesgo genéticos y ambientales. Para garantizar 100% la salud de tu boca, asegúrate de cuidarla, cepillarte los dientes tres veces al día y añadir otros productos como los colutorios y los hilos dentales. ¡También conciencia a tu pareja de la importancia de la higiene bucal!
Esperamos que la próxima vez que beses a alguien no pienses en los 80 millones de bacterias que estáis compartiendo… ¡Simplemente disfrútalo!