Mal aliento: causas y remedios
El mal aliento (o halitosis) es el olor desagradable procedente del aliento de una persona. Se trata de una situación muy común que afecta a más de la mitad de la población en algún momento de sus vidas. De hecho, es un motivo de consulta frecuente en Atención Primaria. Sin embargo, algunas de las personas que lo padecen lo ignoran porque no son capaces de oler su propio aliento o porque se han acostumbrado a olerlo.
Lo más habitual es que el mal aliento o halitosis se deba a una mala higiene bucal o a una enfermedad de la cavidad bucal como, por ejemplo, la caries. Desafortunadamente, también puede ser síntoma de enfermedades más serias. Como siempre recomendamos en PHB, conviene acudir al dentista anualmente. Pero si notamos algún cambio (o alguien nos lo hace notar), nunca está de más volver a visitarlo.
Causas del mal aliento
Existen multitud de causas del mal aliento. Por las mañanas, por ejemplo, todos lo tenemos; se debe a que, por la noche, disminuye el flujo de saliva, permitiendo la proliferación de bacterias. Por otro lado, no beber suficiente agua, fumar, las prótesis dentales, algunas comidas… pueden provocar mal aliento. Y en el caso de las mujeres, los días previos y durante la menstruación, también suele empeorar.
Sin embargo, la principal causa de mal aliento es la acción y acumulación de bacterias en la parte superior de la lengua y en el surco gingival. Es decir, el espacio entre la encía y el diente.
Remedios contra el mal aliento
El primer paso para remediar el mal aliento es extremar la higiene bucal ya que, como comentamos, en la mayoría de casos el problema proviene de la acumulación de bacterias en la boca.
Los 3 pasos imprescindibles: cepillar, flossear y completar
Con el objetivo de ayudar y concienciar, hemos creado los 3 pasos imprescindibles PHB: cepillar (junto con el dentífrico), flossear o perfeccionar (con el uso de productos interdentales como el hilo dental) y completar (con el enjuague bucal).
Estos 3 pasos son fundamentales para mantener una higiene bucal óptima y, por supuesto, también son imprescindibles para eliminar o paliar el mal aliento.
Cepillar: primer paso imprescindible PHB
Cuando comemos y masticamos, aunque no lo notemos, siempre quedan restos de comida en la lengua, sobre la superficie de los dientes y entre los mismos. Si no los retiramos, se descomponen, promoviendo la aparición de bacterias que, sin prisa pero sin pausa, van formando la placa (que puede llegar a convertirse en sarro) o provocando caries. Es decir, es imprescindible cepillarse los dientes después de cada comida.
Flossear: segundo paso imprescindible PHB
Aunque imprescindible, por sí solo el cepillado no es suficiente. Retira los restos de comida y bacterias adheridas a la superficie de los dientes y la lengua, pero no los espacios interdentales. Es por eso que, tras el cepillado, conviene utilizar un sistema interdental.
Completar: tercer paso imprescindible PHB
El cepillado elimina los restos de comida y bacterias de la superficie de dientes y lengua. El sistema interdental hace lo propio entre los dientes y entre los dientes y encías. Finalmente, el enjuague bucal acabará de completar la higiene bucal, neutralizando aquellas bacterias más pequeñas o resistentes. Además, deja un aliento fresco y una agradable sensación de limpieza.
Otros sistemas y consejos para remediar el mal aliento
Es importante remarcar que, si se cumplen los 3 pasos imprescindibles PHB, el mal aliento suele mantenerse a raya. Sin embargo, existen otros sistemas que podemos añadir a los anteriores:
El irrigador bucal: limpieza profesional en casa
El irrigador bucal es un pequeño aparato con el que conseguir una limpieza profesional en casa. Es ideal para el cuidado de dientes y encías y funciona a través de un sistema de agua a presión.
Agua: el líquido rey
El agua (y no cualquier otro tipo de bebida), refresca la boca, el aliento y retira las bacterias hacia el estómago, donde los jugos gástricos se encargan de destruirlas. Así, es importante evitar el alcohol y las bebidas azucaradas.
Fruta y verdura: mejor crujientes
Es importante comer todo tipo de frutas y verduras. Pero si padecemos de mal aliento, conviene dar prioridad a las frutas y verduras crujientes. Por ejemplo, las manzanas, las zanahorias o el apio, frotan los dientes mientras se comen, ayudando a retirar restos de comida más densos. Como es lógico, también conviene evitar alimentos como el ajo o la cebolla crudos.
Y aunque resulte obvio, si se fuma, es totalmente necesario dejarlo. Provoca halitosis, amarillea los dientes, sequedad e irritación de las mucosas, deterioro del sentido del gusto y del olfato, se tiene más propensión a la aparición de caries…
Una buena higiene bucal y unos hábitos correctos van de la mano. Como siempre recordamos en PHB, puede que la introducción de nuevas rutinas de higiene bucal, más completas y, por tanto, un poco más largas, cuesten de introducir al principio. Sin embargo, al poco tiempo las realizaremos mecánicamente, potenciando nuestra calidad de vida a todos los niveles. Porque cuando nos cuidamos, también nos sentimos más felices y satisfechos.