¿Cómo afecta la menopausia a la salud bucal?

Cuando hablamos de menopausia, generalmente nos vienen a la cabeza síntomas como los sofocos, los dolores de cabeza o los cambios de humor. Sin embargo, el descenso en la producción de hormonas femeninas en la mujer también tiene un efecto directo sobre la salud bucal.

Concretamente, provoca una serie de alteraciones en los dientes y los huesos que los sostienen, las encías y la mucosa de la boca.

Así pues, las mujeres corren un mayor riesgo de sufrir problemas bucodentales durante esta etapa.

Efectos de la menopausia en la salud bucal

 

  • Gingivitis. La bajada de los niveles de estrógenos afecta directamente a las encías, pudiendo tener encías más pálidas y que sangran más fácilmente.
  • Periodontitis. Cuando la gingivitis no se trata a tiempo, puede derivar en una periodontitis, la cual puede acabar provocando la caída de los dientes. Esta enfermedad, además, puede verse agravada por la pérdida de densidad ósea propia de la menopausia: la osteoporosis.
  • Sequedad bucal. Durante esta etapa de la vida de las mujeres, las alteraciones hormonales provocan que las glándulas salivales segreguen menos cantidad de saliva y, por tanto, pueda haber sequedad bucal. Este síndrome de boca seca o xerostomía favorece una acumulación de bacterias en la cavidad oral, lo que incrementa las posibilidades de desarrollar otras patologías bucales, caries, enfermedades de las encías u infecciones. También, trastonos como el mal aliento.
  • Síndrome de la boca ardiente. El ardor bucal es uno de los problemas postmenopáusicos más frecuentes. Además de esta sensación de quemazón, puede haber hormigueo o adormecimiento de la lengua, las encías o los labios.
  • Mucosas más frágiles Al igual que la piel y las mucosas de las demás partes del cuerpo, la mucosa bucal pierde humedad y se vuelve más frágil, delgada y vulnerable.

 

Cómo cuidar la salud bucal en la menopausia

A pesar de que los cambios hormonales que aumentan el riesgo de sufrir problemas bucales en la menopausia son inevitables, sí hay hábitos que ayudan a prevenirlos.  

Principalmente, mantener una adecuada higiene bucodental, optando por cepillos de dientes y dentífricos que se adapten a las necesidades de cada mujer, y acudir con regularidad al odontólogo. Asimismo, conviene evitar malos hábitos como el tabaco o el estrés y, en cambio, optar por una dieta rica en alimentos que favorecen la salud dental.