Consecuencias de los antidepresivos en la salud bucal
La depresión es una enfermedad psiquiátrica que altera el estado de ánimo y la conducta. Un trastorno que interfiere en el día a día de las personas que la sufren y que les impide realizar muchas actividades cotidianas. Es, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la primera causa de discapacidad en el mundo.
Algunos de los síntomas más característicos de la depresión son la tristeza, la ira, la frustración, la falta de energía, el cansancio físico y mental, la falta de interés, la negatividad, la pérdida de apetito, la falta de autoestima y la ansiedad, entre otros.
El tratamiento antidepresivo recetado puede afectar más allá del estado de ánimo. Algunos componentes pueden generar problemas bucales. Por ejemplos, muchos medicamentos indicados para la depresión causan xerostomía, que es la sensación de que la boca está seca debido, normalmente, a la disminución o ausencia de saliva que provoca el insuficiente funcionamiento de las glándulas salivales. Si además la persona enferma consume más de un medicamento xerostomizante a la vez, el flujo se reducirá significativamente.
Entre todos los medicamentos antidepresivos, los tricíclicos son los que presentan una asociación más directa con la boca seca. Esta sequedad, además, puede afectar también a los labios y la garganta y provocar otras consecuencias como las siguientes:
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Alteraciones temporomandibulares
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Caries
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Disestesias orales
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Enfermedad periodontal grave
A los efectos secundarios desencadenados del consumo de antidepresivos se suma, en algunos casos, la pérdida de la rutina de higiene bucal a raíz del estado de ánimo de las personas diagnosticadas con depresión. En esa situación, es habitual pasar por alto las revisiones odontológicas o, en caso de acudir, no cumplir posteriormente con las pautas indicadas. Sumado a lo anterior, convierte al paciente en alguien todavía más vulnerable de sufrir patologías bucales.
Pero, ¿por qué es tan importante la saliva? Su función principal consiste en proteger las mucosas y mantener hidratadas de manera permanente las paredes de la boca. Que la superficie bucal esté lubricada nos permite hablar correctamente.. Este fluido también regula la población bacteriana de la boca y, mediante el arrastre, la limpia. También colabora en la maduración del esmalte dental en los niños, en cuyas bocas actúa como un vehículo que incorpora fluoruros y contribuye a la remineralización del esmalte por el aporte de iones de flúor, calcio y fosfato. También aporta otros minerales a la estructura de los dientes y ayuda a equilibrar el pH de la cavidad bucal, ayudando a neutralizar los ácidos. Todos estos elementos, , acompañarán al individuo durante toda su vida.
Para evitar que aparezcan las complicaciones bucodentales desencadenadas del consumo de antidepresivos, el paciente con depresión debe extremar las precauciones e informarse a través de profesionales sanitarios y odontológicos sobre todos los riesgos de la medicación y sobre la importancia de llevar a cabo una buena higiene bucodental, de utilizar sustitutos salivales si fuera necesario y componentes que hidratan la boca y estimulan la salivación. Con medidas de este tipo, no solo mejorará su salud bucal, también su salud general.