Como padres y madres, muchas veces nos resulta complicado que los más pequeños de la casa obedezcan y realicen esas tareas que tan poco les gusta hacer: comer frutas y verduras, recoger los juguetes, irse a la cama temprano… Y que se laven los dientes tampoco es tarea fácil. En casa podemos vigilar e insistir en que lo hagan, pero… ¿qué pasa cuando están en el colegio? Si los niños comen allí y, además, tienen extraescolares después de las clases que les obligan a pasar el día fuera de casa, es muy importante que nos aseguremos de que realizan su rutina de salud bucal correctamente.

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A continuación, te ofrecemos algunos consejos sencillos para asegurar el estado óptimo en la salud bucal de los niños:

1. Empieza la mañana con un desayuno saludable que le sacie y pueda cubrir el gasto energético que va a desarrollar durante la mañana. Algunos alimentos recomendados son fruta, yogur, cereales (sin azúcar añadido), zumo de naranja o tostadas de pan con aceite de oliva. Asegúrate de que se cepilla los dientes al terminar o hazlo con él para animarlo.

2. Prepárale un pequeño kit dental si come fuera de casa. Puedes elegir un cepillo y una pasta de dientes que tengan ilustraciones de sus personajes preferidos para incentivar que lo utilicen. También puedes elegir un sabor que les guste más -existen pastas infantiles con un suave sabor a fresa-. Así, se sentirán acompañados y considerarán la acción de cepillarse los dientes como un juego.

3. Reducir la ingesta de dulces. Si le preparas el almuerzo para que lo coma en algún descanso o en el recreo, asegúrate que no contiene muchos azúcares. La mejor opción es que consuma fruta. La mejor opción es que consuma fruta, que además de aportar vitaminas y fibra, pueden tener beneficios sobre la salud bucal.

4. Acudir a una revisión dental una vez al año. El profesional se asegurará de que la boca del pequeño goza de buena salud y nos ofrecerá algunas pautas para que siga así.

5. Tener una charla con él en la que le expliquemos por qué es tan importante que se lave los dientes. Debe saber que le acompañarán durante toda la vida y que, si no se los limpia, puede tener problemas, como caries, que pueden ser dolorosas y provocar, incluso, la pérdida de alguna pieza dental.

La concienciación y los buenos hábitos en el hogar desde una edad temprana serán, al final, los dos pilares sobre los que se construya todo lo demás. Un niño que crece en una casa en la que sus padres y hermanos tienen una buena rutina de salud bucal y en la que no se abusa de alimentos ricos en azúcar tendrá más posibilidades de cuidar sus dientes. Los pequeños tienden a imitar lo que ven en casa, así que debemos ser su mejor ejemplo. De todos modos, si es un poco travieso y está en una edad en la que le gusta llevar la contraria, puedes hablar con los docentes del centro educativo para que le echen un ojo.