Dientes de tiburón: qué son y cómo actuar ante ellos
Los niños completan la primera dentición, formada por 20 dientes de leche, aproximadamente a la edad de 3 años.
A partir de los 5 años comienza el periodo de recambio dental, mediante el cual los dientes de leche empiezan a ser sustituidos por los definitivos.
Dentro de la secuencia normal, los primeros dientes definitivos que erupcionarán en la boca de nuestro hijo son los incisivos centrales inferiores. En este proceso los dientes definitivos reabsorben las raíces de los dientes de leche que progresivamente van aumentando su movilidad hasta que acaban cayéndose y dejando su espacio para la colocación del diente permanente.
Es relativamente frecuente que en ciertas ocasiones este proceso no sea del todo sincronizado, de forma que, en ocasiones, los dientes definitivos pueden aparecer en la boca detrás de los dientes de leche sin que estos se hayan caído previamente. Esta situación se conoce con el sobrenombre de “dientes de tiburón”. El motivo por el que esto se puede producir es que la raíz de los dientes de leche no se consigue reabsorber de una forma adecuada o que la posición de los dientes definitivos dentro del hueso hace que no tengan una trayectoria de erupción adecuada e impida la reabsorción de la raíz del diente de leche.
Aunque este tipo de problemas resultan bastante alarmantes para los padres, en la mayoría de los casos, está situación puede resolverse por sí misma. El diente permanente continúa reabsorbiendo parcialmente la raíz del diente de leche una vez que ha empezado a erupcionar. Si nuestro hijo incentiva la movilidad del diente afectado va a favorecer que la situación se resuelva y que el diente termine cayéndose por sí mismo. Sin embargo, si el diente de leche se resiste a caer puede provocar situaciones de malposición del diente definitivo. Por lo tanto, es recomendable que el odontopediatra valore el caso concreto y establezca cual es la mejor solución.
Si es necesario resolver el problema de manera precoz, el odontopediatra realizará la extracción del diente de leche. Con este tratamiento se facilitará que el diente permanente se pueda desplazar libremente al espacio que tiene asignado en la boca. Actuar de manera precoz ayudará a evitar la aparición de malposiciones permanentes en el nuevo diente y la necesidad de usar aparatología para su corrección (ortodoncia).
Es importante asistir a las revisiones periódicas con el odontopediatra ya que van a permitir realizar un adecuado seguimiento de los cambios que se van a producir en la dentición de nuestro hijo y vamos ayudar a mantener su salud bucodental.