El doctor Margarito Cifuentes disfruta comiendo rica fruta
Margarito Cifuentes se ha convertido en el dentista más famoso de Pueblilla del Monte, de la Sierra de los Rubiales y de muchos kilómetros más allá. A nadie le importa si fue vampiro en épocas lejanas, lo más importante es que sus colmillos lucen sanos y brillantes, como recién salidos de una película de terror de aquellas en las que sólo existían dos colores: el blanco y el negro, y por eso era tan importante lavarse bien los colmillos, para que salieran estupendos en todos los cines.
A la consulta de Margarito acudían todo tipo de personas. Viejecitos que necesitaban reparar sus desgastadas muelas, mujeres que no sabían cómo cepillarse si estaban esperando un bebé o niños que, de tantas chuches y golosinas que comían, le empezaban a doler desde los dientes hasta las encías. De entre todos sus pacientes, los que más le preocupaban eran los niños. Si siendo tan pequeños no se cuidaban sus dientes… ¿qué pasaría cuando llegaran a ser tan grandes como sus padres?
Hoy le tocaba consulta a Maritina. Maritina es la hija de don Ramón, el maestro de la única escuela que hay en Pueblilla del Monte. A Maritina le encantan las gominolas con forma de fresa, las piruletas con sabor a membrillo y los pasteles de hojaldre rellenos de nata y chocolate. Se podría decir que el único desayuno y merienda que conoce Maritina son los que llevan azúcar, esas chucherías horripilantes que se convierten en auténticos monstruos que dañan nuestros dientes sin piedad. Maritina lo sabe, pero nunca hace caso. A pesar de las recomendaciones de su padre y las regañinas de su madre.
Para la consulta de hoy con Maritina, Margarito ha preparado un suculento menú: estupendas “golosinas” que acaba de recolectar de su huerto y que saben tan dulces como el mejor pastel y, además, no perjudican a sus dientes. Prepara la mesa con dos vasos de leche y su fuente de “golosinas” y espera a que llegue Maritina. Hoy no se verán en la consulta, sino en la cocina.
– Buenos días doctor, parece que hace un poco de calor.
– ¡¡Qué ricas golosinas!! ¿Es hora de desayunar? ¿Llevan chocolate? El azúcar es lo que me gusta más.
– Pero saben como… como… a pera, a manzana y a frambuesa… ¡la que más me gusta es la fresa!
Sin saberlo la niña, el doctor Margarito había preparado un desayuno de lo más delicioso utilizando frutas variadas. Unos trocitos de manzana, otros de pera, unas rodajas de fresa y unos divertidos gajos de mandarina. El mejor pastel de frutas para mantener los dientes sanos.
Y así fue como Maritina aprendió la lección: si quieres tener una buena dentadura, la mejor golosina es la rica fruta.