El peque y su nuevo kit de Peppa Pig
Carreras, risas y fiesta por el pasillo. Al escucharme decir que traían un paquete, la revolución se armó en un momento. El ‘comando piojo’ corría pasillo arriba, pasillo abajo. ¿Por qué tanta emoción? El colega canino porque si su jefe se emociona, él también, y ¿el piojo?
Sencillo, el piojo considera que no solo Santa Claus y los Reyes Magos le traen regalos, el cartero también tiene ese poder, jeje. Todo eso por vivir lejos de abuelos y tíos consentidores que le envían regalitos. A eso se le suma que a mamá de vez en cuando le envían cositas y, claro, entonces grita aquello de: «Mamá, ¡tu trabajo es muy guay!»
Los ojos al peque se le salieron de las órbitas al abrir la caja y encontrarse con otra pequeña caja en forma de casita donde veía a Peppa Pig y toda su familia. La casita enseguida fue abierta para sacar el cepillo, el dentífrico y la mochila de regalo. Mochila que al día siguiente sacaba de paseo con el juguete de turno, claro, ¿cómo iba a resistirse?
Tampoco pudo resistirse a estrenar el cepillo y el gel dentífrico. Nada más ver su nuevo kit dental ya quería probarlo, así que esa misma noche tras la cena estrenamos el cepillo de dientes y el gel dentífrico. Yo no he probado el gel pero debe estar muy bueno, el piojo la saborea mientras se lava los dientes, estoy por probarla yo un día de estos, jeje.
¿Qué quieren que les diga? En su baño hay tres cepillos de dientes y solo un niño para usarlos; a su mami le gustan los zapatos y al piojolos cepillos de dientes. La verdad es que ya me hubiese gustado de pequeña tener cepillos de dientes tan chulos como los de ahora, seguro que hasta los peques reacios a la higiene dental encuentran uno que les guste.