Guía básica para hacer una maleta eficaz

Imagina un viaje relámpago por trabajo, una escapada de fin de semana o un vuelo en una aerolínea ‘low cost’ sin equipaje facturado. Además, muchas veces hay que llevarse los “por si acaso”: por si llueve, por si hace calor, por si salimos… Cada vez son más las ocasiones en que tenemos que hacer malabares para meter en la maleta todo lo que necesitamos, además de los numerosos gadgets tecnológicos.

Pero no os preocupéis, hoy os vamos a dar los trucos necesarios para meter lo máximo en el mínimo espacio posible. Porque, sí, hacer la maleta también es un arte:

  • Planifica en lo posible: si llevas un traje en concreto, coge los zapatos que vayan a juego. Evita echar a la maleta cosas que no sabes cuándo ni con qué te vas a poner. Lo mejor es pensar de antemano cada conjunto que vayas a necesitar y, si puedes combinarlos entre sí, mejor aún.
  • Elige básicos y prendas multiusos: en lugar de llevar un chubasquero y un abrigo, coge esa cazadora que no se estropea con la lluvia y además abriga. Y si es informal pero elegante, te servirá para todas las ocasiones del viaje. Si llevas un par de básicos y un complemento puedes sentirte segura ante cualquier situación imprevista que se presente.
  • Enrolla todo lo que puedas: la ropa enrollada ocupa muchísimo menos que doblada y no se arruga tanto como te imaginas. Prendas vaqueras, lana y algodón ocuparán mucho menos espacio si los conviertes en un rollito.

Eso sí, los cinturones mejor que no se enrollen (ocupan más), colócalos estirados siguiendo la forma de la maleta.

 

  • Prendas delicadas: si no puedes evitar llevarlas, hazlo envueltas en papel cebolla para que se arruguen menos. Aun así saldrán algo arrugadas, pero puedes disimularlo colgándolas en el baño mientras te duchas, el vapor hará su trabajo.
  • Calzado: lleva puesto el que más ocupe. Puedes usar los gorros de baño de los hoteles para meter en ellos los zapatos y que no ensucien el resto de enseres. Y dentro de ellos, mete los calcetines o la ropa interior.
  • Aprovecha los huecos: aparte de los de dentro de los zapatos, a medida que vas haciendo la maleta van quedando huecos que puedes rellenar con cosas pequeñas: el cargador del móvil, pañuelos enrollados, joyas, etc.
  • Lleva los deberes hechos: si llegas con el pelo limpio, la piel hidratada y las uñas pintadas, evitarás tener que llevar todos los complementos necesarios para conseguir ese look perfecto. Además, ahorrarás tiempo para disfrutar de tu viaje.
  • Neceser: esto merece un post completo, pero resumiremos. Evita los botes grandes, no sólo porque no puedes pasarlos por el control de seguridad, sino porque ocupan demasiado.
  • Mete tus cosméticos en botes lo más pequeños posibles, y evita llevarte cosas innecesarias. No pasa nada porque este fin de semana no uses mascarilla en el pelo ni tres cremas diferentes para la cara.
  • La higiene bucal sí que es imprescindible y no hay que descuidarla ni siquiera un día. Afortunadamente en el mercado existen muchos productos que casi no ocuparán espacio en tu maleta (ni en tu bolso, cuando salgas del hotel) y te garantizarán una sonrisa perfecta. Los kit de viaje PHB vienen perfectamente preparados para que puedas cepillarte los dientes en cualquier sitio, y los mini enjuagues bucales, además de una monada, son muy prácticos por su formato viaje. El hilo dental ocupa menos que cualquier otra cosa que quieras meter en tu maleta. Y con estos tres pasos te aseguras de disfrutar una boca sana y un aliento fresco vayas donde vayas.
  • En los hoteles suele haber secador, plantéate si por un día puedes utilizar otro que no sea el tuyo.