Halitosis infantil: causas y soluciones
Se conoce como halitosis a ese olor fuerte y desagradable que se desprende de la cavidad bucal, por ello también es conocida como mal aliento. En la mayoría de los casos está relacionada con una deficiente limpieza, aunque en algunas ocasiones puede estar relacionada con otra afección. Es importante y necesario no tomarlo como un mal pasajero o sin importancia, de su cuidado y detección van a venir muchas ventajas para nuestro organismo, especialmente en los niños.
Aunque pensemos que la halitosis es un mal de adultos, muchos son los niños que, desgraciadamente, ya la padecen. En la mayoría de los casos la causa es el escaso cuidado que tenemos los padres a la hora de limpiarles sus dientes.
Ya hemos visto que, aun siendo bebés y teniendo los dientes de leche, es primordial que se les lave con cuidado, con el fin de quitarles los restos de alimento que se les quedan impregnados. Esto nos ayudará no sólo a conservar un aliento fresco, sino también a asegurarnos que va a desarrollar unas buenas encías y unos futuros dientes llenos de salud.
La halitosis infantil, como la de los adultos, es principalmente problema de la higiene dental. Así vamos a educar a nuestros hijos, desde bien temprano, en la necesidad de lavarse con cuidado y profundidad sus piezas dentales. La falta de estos cuidados puede degenerar en caries, periodontitis, gingivitis o aftas, entre otros muchos. Precisamente estos males pueden ser causa de ese mal aliento que observamos en la cavidad bucal de nuestro peque.
Al primer síntoma de halitosis en nuestro bebé vamos a hacerle una limpieza en profundidad de sus dientes y observarlos con detenimiento para ver si, a simple vista, observamos algún problema en sus piezas. Después acudiremos al odontólogo, que le hará una revisión mucho más a fondo, y nos aconsejará sobre el mejor modo de cuidar su boca.
El tratamiento que le realizará el odontólogo será una limpieza exhaustiva con el fin de eliminar a fondo el número de bacterias que se encuentran tanto en las piezas dentales, como en la lengua o en la bolsa periodontal. Además aplicará un tratamiento con Clorhexidina de baja concentración, Cloruro de cetilpiridinio y el Lactato de zinc, sustancias que han demostrado ser eficaces contra la halitosis. También aconsejará a los padres sobre cómo tratar y educar este problema en los niños.
Pero si nada se observare por parte del dentista, entonces tendremos que acudir al pediatra para que le realice un examen más minucioso porque el origen podría estar en otros órganos de su cuerpo.
Otra de las razones, especialmente cuando el niño es muy pequeño, es que se haya podido introducir algún pequeño objeto en las vías nasales: un trocito de esponja, una legumbre o una miga de pan puede estar descomponiéndose en su nariz y provocando ese fuerte olor. Lo mejor es acudir al médico para que se lo saque, hacerlo tú podría ser peligroso.
Pero si tampoco esta es la causa, podríamos estar ante problemas de garganta, de pulmones, de estómago o, incluso, renales. Aquí es donde el pediatra deberá hacer un comprobación exhaustiva, con todas las pruebas que necesite, a fin de descartar cualquier tipo de mal mayor.
En realidad, la halitosis en los niños es una llamada de atención que, generalmente, se resuelve con una higiene dental adecuada. De no hacerlo, ya vemos que podría degenerar en males mucho mayores.