Las consecuencias del estrés sobre la salud bucal
Nuestro ritmo de vida es cada vez más frenético y, en muchas ocasiones, nos falta tiempo, necesitaríamos más de 24 horas para poder hacer todo lo que nos proponemos. Y esto, claro, afecta a nuestro estado de ánimo y a nuestra salud mental.
Los niveles de estrés de la población aumentan cada vez más, provocando síntomas como dolores de cabeza, de cervicales, fatiga o falta de concentración. Una buena manera de reducir este estrés y tomarnos la vida con más calma es seguir unos hábitos que nos ayuden a relajarnos. Por ejemplo, podemos practicar yoga, meditación, organizarnos de manera más efectiva, establecer prioridades, no intentar abarcar más de lo que podemos…
Pero, aunque no nos demos cuenta, el estrés también puede afectar a nuestra salud bucal. Primero porque influye negativamente en el sistema inmunitario, y segundo porque cambia nuestro estilo de vida. El frenesí del día a día y las jornadas demasiado ajetreadas pueden hacernos descuidar la higiene bucal y si, por ejemplo, no nos cepillamos los dientes tres veces al día, las bacterias pueden crecer en nuestra boca y provocar desequilibrios en nuestra salud bucal.
¿Cuáles son los principales problemas o patologías que afectan a nuestra boca provocadas por el estrés?
BRUXISMO
El bruxismo es un hábito inconsciente por el que las personas aprietan los dientes, tanto de día como mientras duermen. Si padecemos estrés, este hábito se potenciará y provocará desgaste de la superficie dental y dolor de cabeza y de mandíbula. Además de minimizar el estrés al que estamos sometidos, también puede resultar beneficioso acudir al dentista para que evalúe si necesitamos una férula de descarga. Se trata de una placa de plástico y transparente, de un grosor de entre 2 a 3 milímetros, evitando así el desgaste que se produce al apretar los dientes unos contra otros.
- Saber más: causas, síntomas y tratamientos del bruxismo.
HERPES LABIAL
El herpes labial aparece, por primera vez, por contagio. Sin embargo, una vez que ya está alojado en nuestro cuerpo, puede liberarse en determinadas situaciones. Las situaciones de estrés, de fatiga, los problemas emocionales, etc., aumentan la predisposición de una persona a manifestar herpes labial asiduamente.
ENFERMEDAD PERIODONTAL
Existe evidencia científica de la relación entre el nivel de estrés de un individuo y la enfermedad periodontal. Cuando los niveles de estrés son altos o no se controlan de la manera adecuada, tenemos más probabilidad de perder hueso alveolar y adherencia, esto puede ocurrir en personas que ya tengan una gingivitis muy avanzada, así que debemos tener especial cuidado para que no derive en una enfermedad periodontal.
ÚLCERAS AFTOSAS
El estrés puede desencadenar la aparición de úlceras aftosas, conocidas como aftas o llagas, si descuidamos nuestra alimentación. Al minimizar la ingesta de alimentos sanos y balanceados provocamos un déficit vitamínico que puede dar lugar a llagas. Para que se curen lo antes posible, evita el consumo de dulces, come más fruta y alimentos ricos en vitaminas.
XEROSTOMÍA
La xerostomía es el síndrome de la boca seca. El estrés puede aumentar la probabilidad de sufrirla y provoca una sensación incómoda y constante de sequedad bucal. La pérdida de propiedades protectoras de la saliva puede dar lugar a la proliferación de bacterias y, por tanto, de enfermedades.
¡PREVENCIÓN Y CALMA!
Después de haber enumerado todos los efectos del estrés en tu boca, tenemos que decirte que no todo van a ser malas noticias: tiene solución y no es tan complicado o costoso como a priori parece. Siguiendo una dieta equilibrada, cumpliendo una pauta estricta en los hábitos del cepillado y realizando visitas periódicas al dentista, conseguiremos prevenir y afrontar todas las patologías que puedan desencadenarse en nuestras bocas.
Además, hay pequeños cambios en nuestro estilo de vida que nos ayudarán a disminuir el estrés y garantizar nuestra salud: realiza ejercicio físico regularmente, utiliza técnicas de relajación, respira controladamente en situaciones extremas y organiza bien tus rutinas para evitar que se te acumulen las obligaciones.
Y por supuesto, no descuides tu higiene bucal: recuerda cepillarte los dientes después de cada comida, usar hilo o cepillos interdentales y por último, completar tu rutina de salud bucal con un enjuague.
En PHB cuidamos tu sonrisa, ¡pero sobre todo tu salud!