Las revisiones bucales según la edad de los niños
¿Quién no ha escuchado alguna vez aquello de más vale prevenir que curar? Si el refrán lo podemos aplicar en muchos momentos de nuestra vida, en la salud bucodental se convierte en una realidad absoluta. ¿Y cómo prevenimos posibles deformaciones, malos hábitos y problemas cuando hablamos de los dientes? Pregunta sencilla y respuesta más simple aún: acudiendo al dentista. Muchas veces los padres consideran que hasta que el niño no está medianamente desarrollado no es necesario prestar atención a su boca, y que los dientes “ya se irán colocando”. Y muchos incluso creen que a los dientes de leche no hay que prestarles atención, ya que se van a caer tarde o temprano.
Pero estas consideraciones son gravemente erróneas, ya que muchos problemas bucodentales pueden ser atajados en los primeros síntomas, y pueden convertirse en graves si no se atienden.
Por eso es importante saber cuándo acudir al especialista, y por eso hoy os dejamos un calendario, para que os sirva de guía…
La Academia Americana de Odontología Pediátrica recomienda esa primera visita al primer año de edad, el odontopediatra establecerá a partir de ahí las fechas de las revisiones. Sin embargo, en España hasta los 3 años de edad es el pediatra quien hace un seguimiento de la salud bucal (dientes y encías), y será él quién nos recomiende adelantar, si procede, esa primera visita.
Si todo va bien y el pediatra no ha detectado ninguna malformación ni aparición temprana de caries y seguimos unos buenos hábitos de higiene dental, los peques deberán acudir por primera vez al dentista para su primera revisión entre los 2 y los 6 años de edad.
En ella, el odontopediatra (es muy recomendable buscar a un especialista en peques), comprobará la dentición primaria, sentará las bases del autocepillado siempre bajo la supervisión paterna y fijará el calendario para las siguientes visitas, según las necesidades de cada niño. En esta primera revisión el odontopediatra establecerá también las aplicaciones de flúor de ser necesario.
Entre los 6 y los 14 años las visitas deben ser más seguidas, partiendo de la base que siempre dependerá de las necesidades detectadas en cada niño. No necesitará el mismo número de visitas un pequeño con la boca sana, que uno con necesidades específicas (caries, exceso de sarro, gingivitis, bruxismo, maloclusión, malposiciones dentales, apiñamiento…).
A partir de los 14 años, uff…qué lejos me queda esto aún… (aunque el reloj corre a una velocidad increíble), se recomienda visitas cada 6 meses o, como mínimo una vez al año. En estas visitas se realizarán revisiones e higienes bucales, controlando las posibles caries, deterioros de las raíces dentales, prevención del cáncer bucal, así como el reforzamiento de unos buenos hábitos de higiene y salud bucodental. Y, en el caso de las chicas, hay que reforzar la vigilancia y cuidado dental a partir de su primera menstruación.