Mitos sobre los dientes de leche
Desde el momento en que tenemos un bebé, e incluso antes, los padres nos exponemos a un montón de opiniones y comentarios, solicitados o no, sobre todo lo relacionado con la crianza y nuestro hijo. Ante esta avalancha de información, casi siempre bienintencionada aunque en algunos casos errónea, tenemos un arma infalible: los especialistas.
Debemos buscar información rigurosa de fuentes fiables. En lo que se refiere a la boca de nuestros peques, el pediatra y el odontopediatra serán los más indicados para distinguir mitos y realidades. Lo primero que aprendemos es que no es lo mismo mayoría que normalidad. En el ser humano la normalidad es una franja con un margen muy amplio.
Mito 1: Salida dientes de leche
A la mayoría de los bebés les asoma su primer diente de leche alrededor de los 6 meses de vida. Si al tuyo le salen antes o algo más tarde, escucharás que no es normal. En realidad hay bebés que nacen con algún dientecito, no es nada raro aunque no muy frecuente, no es malo y no es patológico. Es recomendable que le vea el pediatra para asegurar que el diente está bien sujeto y no hay ningún riesgo. Hay niños a los que no les ha salido ningún diente al cumplir 8 meses, lo que en principio tampoco es un problema. Llévale al odontopediatra y que confirme que están bien formados. En cualquier caso la primera visita es aconsejable hacerla a los seis meses de la salida del primer diente o cuando el bebé cumple un añito.
Mito 2: Higiene bucal en los niñ@s
El mito más extendido es seguramente el de la higiene. Te dirán que son piezas que se van a perder y que no es necesario cuidarlos como los definitivos. Sin embargo, los dientes de leche pueden tener caries. Si sucede puede ser doloroso y puede causar problemas en la alimentación del niño. Además la infección se podría extender al diente definitivo que está formado y esperando en la encía su momento de salir. Es, por tanto, muy importante lavar bien la boca de nuestro peque desde que nace, primero con una gasita y más adelante con cepillos y pastas dentífricas adaptadas a su edad.
Otra de las creencias habituales es que la salida de los dientes de leche enferma al niño. Puede ser molesta y el bebé necesita morder y aliviar la presión de la encía. Por ese motivo se llevan todo a la boca, lo que aumenta las posibilidades de que se contagie con algún virus, pero no sería por causa de la dentición. Respecto a la fiebre los expertos aún no han consensuado resultados pero todo apunta a que tampoco hay una relación directa. Ofrece a tu niño mordedores y alimentos que le ayuden a aliviar el malestar y si ves que llora mucho, no come bien o no puede dormir, tu pediatra puede recetarle un calmante para ayudarle.
Mito 3: Problemas por el chupete, biberón o dedo
También hay muchos comentarios sobre el chupete, el biberón y el dedo y los problemas que pueden causar en la boca del bebé. La succión forma parte del desarrollo del niño tanto para alimentarse como para calmarse. El chupete y el pulgar pueden causar algún cambio en el paladar o el desplazamiento de los dientes, pero no serán permanentes si los retiramos antes de los tres años. Y, lo mismo sucede con el biberón. Después de esa edad cualquiera de los tres podrían repercutir en la salud bucal de nuestro hijo.
Los dientes de leche tienen más importancia de la que solemos darles. Deben estar sanos y bien formados para que la alimentación del niño sea correcta y para evitar problemas bucales inmediatos y futuros. Ante cualquier duda lo mejor es consultar con el médico y no hacer caso a falsos mitos.