¿Qué es el edentulismo? Causas, prevención y tratamiento
El edentulismo supone la pérdida parcial o total de las piezas dentales. A pesar de lo que pueda pensarse, no es un problema exclusivo de las personas mayores y puede ocurrir en cualquier momento de la vida. En muchas ocasiones, puede estar relacionado con alguna enfermedad, hereditaria o no, o traumatismos, problemas periodontales, caries, déficit de higiene bucal, etc. Es muy importante visitar al dentista con regularidad para evitar este y otros problemas en nuestra boca.
Aunque el problema más visible es el estético y la falta de autoestima que puede dar lugar en la persona afectada, también perjudica al habla, a la función masticatoria y puede provocar consecuencias importantes en la cavidad bucal. Cuando el edentulismo es parcial, favorece el desplazamiento de los dientes, que tratan de ocupar el hueco que se forma. Esto altera la mordida y la articulación de la mandíbula.
Riesgos del edentulismo
Cuando se pierden las primeras piezas dentales, es importante visitar rápidamente al dentista para que nos lleve a cabo una reposición. De no ser así, podemos sufrir algo conocido como síndrome de Kelly, que lleva a un ensanchamiento de la boca, al hundimiento hacia el interior del labio superior y a la salida hacia el exterior de la mandíbula.
Tratamiento del edentulismo
Para prevenir el edentulismo, es fundamental mantener una higiene bucal perfecta a lo largo de toda la vida, visitar regularmente al dentista y acudir a él cada vez que tengamos algún problema en la boca, como caries o periodontitis.
Además, si sufrimos la caída de una pieza dental, debemos pedir cita rápidamente para evitar que se muevan los dientes cercanos al hueco. Las prótesis removibles o fijas, que sustituyen los dientes ausentes, y los implantes dentales, son las técnicas más aconsejables para restaurar la boca. Estos implantes garantizan la recuperación estética y la funcionalidad de la boca, tanto si faltan todas las piezas como si es únicamente una. Para conocer la mejor solución para cada persona, lo más adecuado es acudir al dentista lo antes posible y consultar con él las opciones disponibles.
Antes de llegar a esta situación, no olvides la importancia de seguir una rutina de limpieza bucal adecuada, cepillarte los dientes tres veces al día y utilizar hilo dental y enjuague bucal una vez al día, además de visitar al dentista, al menos, una vez al año.