Técnicas de control de conducta en clínica
Se abordan las diferentes técnicas de control de conducta como grupo de procedimientos cuyo objetivo es crear cambios en el comportamiento del paciente, incrementando su autocontrol. Se llevan a cabo fundamentalmente en niños y en pacientes especiales.
Una técnica de modificación de conducta es un método mediante el cual el equipo odontológico realiza en el paciente un tratamiento efectivo y eficiente, y al mismo tiempo hace aparente en él una actitud positiva, que busca en el paciente un compromiso para cooperar en el tratamiento.
Aunque está indicado sobre todo en pacientes niños y pacientes especiales, no todos ellos son susceptibles de emplear estas técnicas, por lo que hay que hacer un estudio del paciente para determinar el abordaje necesario para dicho paciente, siguiendo el siguiente orden, siendo siempre de primera elección las técnicas de manejo de la conducta para no llegar a técnicas más invasivas:
Cuerpo
- LA CONDUCTA es la manifestación externa de la madurez del paciente en términos de desarrollo mental.
- OBJETIVOS CONTROL DE CONDUCTA
En todo paciente existen factores controlables y factores no controlables, que nos determinarán el éxito o fracaso de estas técnicas y la necesidad de pasar a técnicas más restrictivas.
- Factores controlables:
Implicación de tutores o familiares
Impresión en la primera cita
Sistema de trabajo coordinado con resto de personal
Consentimiento informado para realización de estas técnicas
Medio en el que se desarrolle la actividad clínica relajado y de confianza para pacientes
Control del dolor
- Factores no controlables:
Personalidad del paciente
Desarrollo emocional del paciente
Desarrollo intelectual del paciente
Influencia social
Para la consecución de dichos objetivos y el éxito de las técnicas de modificación de conducta, la comunicación, el lenguaje corporal, el conocimiento de la edad física e intelectual del paciente y del abordaje terapéutico en cada edad, el control de la voz y, por supuesto, el control del dolor, son elementos cruciales.
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MANEJO TERAPÉUTICO EN FUNCIÓN DE LA EDAD FÍSICA Y/O PSICOLÓGICA DEL PACIENTE
1 AÑO
Tratamientos rápidos |
1,5-2,5 AÑOS
Dar órdenes Tratamientos rápidos y simples |
3 AÑOS
Dar órdenes Alabar conducta positiva Paciencia Afecto |
4 AÑOS
Demasiada imaginación Hacer uso de cuentos |
5 AÑOS
Firmeza Alabanzas Elogios |
6 AÑOS
Explicaciones detalladas Alabanzas |
7 AÑOS
Comprensión Sin excesiva indulgencia |
8 AÑOS
Tener en cuenta nivel intelectual Firmeza |
9-10 AÑOS
Responsable de su conducta |
11 AÑOS
Interesarlo en su tratamiento |
A partir de los 12 años: Tratar como adulto
2. CONTROL DEL DOLOR
- Estar pendiente de expresión facial
- No desatender quejas
- Identificar tipo de llanto
- Movimiento del cuerpo
3. PERMITIR O NO ENTRADA AL GABINETE A PADRES O TUTORES
Si no entran
- No expresan miedos personales.
- No amenazar con la odontología.
- No sobornar.
- No prometer lo que va a hacer o no el odontólogo.
Si entran:
- No gestos.
- No hablar.
- No tocar.
- No ridiculizar.
Educación a los padres:
- Diplomacia y tacto para transmitir la información.
Técnicas básicas del control de conducta
1. DESENSIBILIZACIÓN: Consiste en establecer asociaciones de actos indoloros e incluso placenteros a estímulos que produzcan ansiedad o fobias.
- Aplicación flúor
- Radiografías
- Examen dental
- Enseñanza higiene oral: muñecos/tipodonto
- Refuerzos positivos: sociales o no sociales.
2. DECIDIR – MOSTRAR – HACER:
3. IMITACIÓN:
Siempre acompañada entorno apropiado, comunicación no verbal y distracción contingente.
4. REFUERZO NEGATIVO:
Consiste en incrementar la frecuencia de una acción deseable eliminando algo que resulta molesto al sujeto.
5. CONTROL DEL VOZ:
– Alteración controlada de:
- Tono
- Ritmo
- Volumen
- Firmeza
– Influir y dirigir el comportamiento del paciente.
– Una sola persona – Una sola petición.
– Contraindicado en padres “que no entienden el tratamiento”.
Conclusiones
El manejo de conducta del paciente es un componente clave para el éxito en el tratamiento de pacientes especiales e infantiles, fundamentalmente, cuyo fin es el manejo de la conducta, y por tanto al control de emociones, y los métodos que se utilicen en el gabinete para abordar y tratar a un paciente son determinantes de las reacciones y actitudes del paciente ante el tratamiento.