Todos lo sabemos: es aconsejable cambiar el cepillo de dientes o el cabezal del cepillo eléctrico cada 3 meses. Sin embargo, en España solo se venden 0’9 cepillos por habitante y año: ¡menos de cuatro veces de lo recomendado!

¿Por qué es tan importante renovar el cepillo de dientes?

Un buen cepillo no solo mantiene una óptima salud bucal. Además, respeta los tejidos. Por eso, cuando los filamentos de un cepillo están gastadas, aunque haya sido un cepillo de calidad, su uso puede resultar incluso perjudicial. 

Pero el cepillo también se debe renovar si está, por ejemplo, sucio. Debemos saber que, si no se mantiene una mínima higiene, puede contaminarse con bacterias, virus e incluso hongos.

¿Cada cuánto hay que cambiar de cepillo?

La vida útil de un cepillo suele ser de 3 meses de uso diario; tras este periodo, los filamentos del cepillo dental terminan por deteriorarse, se desgastan o se abren. En algunos casos será muy evidente y, en otros, más sutil. Pero el resultado siempre es el mismo: los filamentos que no están en óptimas condiciones no podrán cumplir correctamente su misión principal: eliminar la placa dental, respetando dientes y encías.

Para acordarnos de cambiar el cepillo de dientes con la frecuencia necesaria, podemos programar una alarma en el calendario del móvil. O asociar el cambio de cepillo al cambio de estación. Es decir, cada tres meses. 

Casos especiales en los que conviene cambiar de cepillo

Brackets o otras prótesis dentales: en estos casos, los filamentos se desgastarán más rápido, siendo conveniente cambiar de cepillo, aunque no hayan pasado los tres meses recomendados.

Enfermedades infecciosas: también es necesario cambiar de cepillo si hemos pasado una infección bucal o de garganta ya que, si seguimos utilizando el mismo cepillo, podemos volver a contagiarnos o contagiar a otros miembros de la familia, dada la costumbre de colocar los cepillos en el mismo vaso o recipiente.

¿Por qué debemos cambiar el cepillo tras un resfriado?

¿Cómo mantener el cepillo limpio?

Se han llegado a observar unos 10 millones de bacterias en un cepillo de dientes. Por eso, para evitar que se acumulen, es necesario un simple pero fundamental proceso de limpieza: después de cada uso debe aclararse con agua, asegurándonos que no quedan restos de pasta o de alimentos entre los filamentos, sacudirlo bien y dejarlo secar en posición vertical en un lugar ventilado. 

Recuerda que utilizar el capuchón es imprescindible, ya que es una medida de protección para que no entre en contacto con aerosoles del baño. i tiene capuchón, hay que procurar no utilizarlo. Pero si nos vamos de viaje, sí será importante ponerle el capuchón al cepillo durante el mismo: evitará que las cerdas se deformen y que entre en contacto con cualquier sustancia que pueda ensuciarlo

Ver Cepillos de dientes manuales PHB

Ver Cepillos de dientes eléctricos PHB