Es fundamental cuidar los dientes durante toda nuestra vida. Desde que salen los primeros dientes de leche y después, cuando son sustituidos por la dentadura definitiva. Una creencia muy extendida y que debe erradicarse es la que asegura que los dientes de leche no necesitan tantos cuidados porque van a ser sustituidos durante los primeros años de vida. ¡Esto es falso! Las bacterias que afectan a esos primeros dientes, principalmente aumentando el riesgo de caries, pueden seguir perjudicando a los que salgan después si no se realiza una rutina de higiene bucal correcta.

Esas piezas de leche, además, serán con las que los niños aprendan acciones básicas que seguirán realizando el resto de su vida como la masticación o la pronunciación, por lo que es muy importante inculcar los beneficios del cepillado desde la niñez. Además, una sonrisa bonita y sana contribuirá a la autoestima de los más pequeños.

¿Cómo evitar la aparición de caries?

Prevenir las caries depende de varios factores:

· Inculcar una rutina de higiene bucal. Es importante que enseñemos a los más pequeños la importancia de cepillarse los dientes. Cuando salgan las primeras piezas, sus progenitores deberán ayudarlos para que aprendan y no se traguen la pasta de dientes. A partir de los dos años de edad, los niños podrán realizarlo bajo supervisión. Si los niños ven que sus padres realizan la rutina de higiene asiduamente, los imitarán porque son sus referentes en la vida.

· Disminuir el consumo de alimentos ricos en azúcar. Un consumo alto de este tipo de productos aumenta las probabilidades de desarrollar caries. Además, el riesgo se incrementa si se toman entre comidas o en algún formato que provoque que permanezcan más tiempo en la boca, como los caramelos pegajosos y blandos difíciles de despegar.

· Evitar que el niño se quede dormido por la noche con el biberón lleno de un líquido que no sea agua. Los azúcares propios de los alimentos se quedan adheridos durante horas en la boca y se pueden transformar en bacterias que desmineralicen el esmalte dental.

· Usar flúor. Este mineral ayuda a fortalecer los dientes y prevenir las caries. Si los niños se cepillan los dientes tres veces al día con una pasta de dientes que tenga flúor – la cantidad adecuada a su edad – tendrán una boca más sana y menos probabilidad de desarrollar caries.

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La alimentación sana será un buen aliado

Reducir el consumo de chucherías es fundamental para asegurar la salud de la boca. Aunque es difícil en los más pequeños, es importante no tomar golosinas habitualmente, se deben limitar a algunas ocasiones especiales y tratar de cepillarse los dientes cuanto antes después de su consumo. Los zumos envasados y las bebidas azucaradas también deben evitarse. Además, es muy común olvidar el cepillado tras su consumo porque no tenemos la percepción de que “hemos comido” y, por lo tanto, no consideramos tan importante realizar la rutina de higiene bucal posterior.

La mejor manera de tener una boca sana es tener una alimentación sana. Una dieta rica en frutas y verduras nos ayudará a mantener unos dientes fuertes y saludables.

Más consejos para prevenir las caries

• Cuidar los dientes del bebé incluso antes de que empiecen a salir. Para ello, limpia sus encías una vez al día con un dedal de silicona o una gasa humedecida en agua.
• A partir de los 6 meses, cuando aparecen los primeros dientes, utiliza un cepillo de dientes infanti, adaptado a su edad,l repitiendo la rutina dos veces al día.
• No añadas nunca azúcar a la leche del biberón, ni mojes su chupete en miel u otros dulces.
• Deben lavarse los dientes después de cada comida, pero el cepillado más importante es el de antes de acostarse.
• Después de tomar jarabes hay que limpiarse siempre la boca, ya que los medicamentos para niños suelen tener un alto contenido en azúcares.

Recuerda: a los niños les encanta copiar a sus papás, así que lo mejor que puedes hacer para enseñarles a cepillarse los dientes es cuidar de tu sonrisa todos los días.