¿Cómo puedo conseguir unos dientes más blancos?
No cabe duda: una sonrisa luminosa es una gran carta de presentación. Y es que ¿a quién no le gustaría tener los dientes más blancos?
Lo primero que hay que saber es que un diente sano es de color blanco amarillento, no blanco nuclear. El tono natural de los dientes varía de persona a persona en función de dos factores:
- El esmalte. Esta capa es translúcida (no tiene color) y a través de ella se ve la dentina amarillenta. El esmalte está formado por materia orgánica, cristales inorgánicos y agua. Si predomina el cristal, el diente será más translúcido, mientras que si hay más materia orgánica será más opaco y por tanto parecerá más blanco. Cuanto más grueso sea el esmalte, más luminosa será tu sonrisa.
- La dentina: su tono y grosor también cambia de persona a persona. Cuanto más gruesa y anaranjada sea, más oscuro se verá el diente.
La alimentación tiene un papel importante a la hora de conseguir unos dientes impecables. El café, el té o el vino manchan los dientes de forma temporal, pero se trata de manchas superficiales que pueden eliminarse. El tabaco también puede producir su oscurecimiento, así como ciertos medicamentos. El exceso de flúor (fluorosis) puede provocar estrías blanquecinas y manchas.
Si quieres conseguir una sonrisa resplandeciente, el primer paso es una buena higiene dental. Cepillarse los dientes con regularidad evita la formación de placa bacteriana y el depósito de restos alimentarios, lo que ayuda a que tu sonrisa recupere su tono natural. Para blanquear el color de los dientes es aconsejable utilizar dentífricos con una composición específicamente diseñada para ello y fórmulas poco abrasivas, como PHB White.
¿Aún no es suficiente? Pregunta a tu dentista sobre tratamientos blanqueadores, él podrá aconsejarte sobre la mejor técnica para conseguir la sonrisa que quieres.