¿Dientes más blancos? Te explicamos cómo conseguirlos
No todas las personas tienen el mismo tono de dientes de manera natural. Desde que las piezas comienzan a desarrollarse en nuestra boca, pueden ser más blancos o más amarillos. Serán los hábitos que adquirimos a lo largo de los años los que determinen si se oscurecen más o no.
El consumo de tabaco, vino o café puede acelerar este proceso, pero no es imposible revertirlo. Si te apetece blanquear tu dentadura para algún evento especial o, simplemente, porque quieres ver tus dientes más claros y brillantes, hay una serie de acciones que puedes llevar a cabo para conseguir el aspecto soñado.
Cómo conseguir unos dientes más blancos
- No descuides nunca la higiene bucal. No debes olvidarte de cepillar tus dientes después de cada comida en profundidad. Dedica el tiempo necesario para alcanzar cada rincón de la boca y utiliza un cepillo interdental o hilo dental para llegar a los espacios más difíciles. Incorporar un enjuague bucal a tu rutina te aportará mejores resultados porque su consistencia líquida alcanza todos los rincones de la boca.
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Evita los alimentos que tiñen los dientes. Un consumo elevado de café, té o vino puede oscurecer las piezas dentales, por lo que es recomendable evitarlas en la medida de lo posible. También el tabaco provoca este oscurecimiento. Si eres fumador, ya tienes una razón más para dejar este insano hábito. Aún así, si eres consumidor de este tipo alimentos te recomendamos que extremes la limpieza.
- Acude periódicamente al dentista. Al menos una vez al año, es recomendable acudir al dentista para que revise el estado de tu boca y te realice una limpieza bucal profesional. Esta práctica mantendrá tu boca sana y también te ayudará a terminar con las pequeñas manchas que aparecen en los dientes a consecuencia del tabaquismo o del consumo de determinadas bebidas.
- Un tratamiento de blanqueamiento dental. Es el procedimiento más rápido de todos. Pero recuerda que un tono demasiado claro puede parecer artificial, ya que el diente tiene, de manera natural, un color más cercano al marfil. Déjate aconsejar por un profesional y trata de elegir un tono que no sea mucho más claro que el tuyo. Si eliges uno demasiado blanco, podría resultar contraproducente y podrías sentirte incómodo/a con el resultado. Después de realizar el tratamiento, continúa utilizando la pasta y el enjuague bucal blanqueante para mantener los resultados por más tiempo.
Si cumples con todos estos consejos, sin duda conseguirás unos dientes más blancos y brillantes. Pero no olvides que la salud bucal es lo más importante. No dejes de lado tu rutina diaria de limpieza y acude al dentista al menos una vez al año. El tono de las piezas dentales es solo la parte estética por lo que, mientras cuides correctamente tu boca, este asunto no debe preocuparte en exceso.