El papel de la saliva en la salud bucal
¿Sabías que… la saliva tiene un papel fundamental en la salud bucal? La saliva lubrica y protege las mucosas de la boca, arrastra físicamente las bacterias, tiene un efecto antimicrobiano y cicatrizante y remineraliza constantemente la superficie de los dientes. Además regula el pH de la cavidad bucal, neutralizando la acidez que facilita la aparición de caries y lesiones en el esmalte. Por si fuera poco, la saliva facilita la deglución de los alimentos y proporciona el sentido del gusto.
La producción de saliva disminuye por las noches, dejando la boca menos protegida. Por eso el cepillado de dientes de antes de acostarse es el más importante del día, ya que elimina los restos alimentarios y la placa dental dificultando que las bacterias actúen durante toda la noche. Esta producción de saliva disminuida es también el motivo del mal aliento por las mañanas.
Durante la erupción de los dientes es normal que aumente la salivación, así como en el primer trimestre del embarazo. Sin embargo, en algunas ocasiones puede ocurrir que el organismo produzca más o menos saliva de la necesaria.
La falta de salivación o xerostomía produce una inflamación constante de las encías (¿Sabes cómo evitar la Gingivitis?), que pueden llegar a atrofiarse y facilitar la pérdida de piezas dentales. También provoca fisuras y úlceras en la lengua y la mucosa bucal, infecciones por hongos y mal aliento (halitosis). Este problema puede estar causado por ciertas enfermedades, el uso de algunos medicamentos y los tratamientos de radioterapia y quimioterapia. Existen medicamentos, así como productos de higiene bucal, que pueden tratar la falta de salivación, pero primero es necesario diagnosticar su causa.
En el lado contrario, la producción excesiva de saliva o sialorrea puede deberse a problemas del tracto digestivo superior, trastornos neurológicos, el uso de ciertos medicamentos o la quimioterapia, pero la causa más común es el uso de prótesis dentales mal ajustadas. Además de ser un problema estético el babeo puede producir problemas de higiene, deshidratación e irritación de los labios y la piel alrededor de la boca. Al igual que en el caso anterior, la producción excesiva de saliva puede tratarse con medicamentos.