Los dulces y los dientes
A nadie le amarga un dulce… pero casi todos sabemos que las comidas con azúcar son perjudiciales para los dientes. ¿A qué se debe esto y cómo podemos reducir su efecto?
Los hidratos de carbono en general, y sobre todo la glucosa, fructosa y sacarosa, son un factor en la aparición de las caries. Las bacterias de la placa dental se alimentan de estos hidratos y producen unos ácidos que desmineralizan el diente.
Pero las chucherías no son las únicas “culpables”: otros alimentos aparentemente más saludables, como las bebidas con azúcar o los zumos, también pueden tener un efecto similar.
La buena noticia es que no es necesario renunciar por completo a tus dulces favoritos, sino simplemente tomar una serie de medidas de precaución:
- Los caramelos y otros dulces deben de ser un capricho ocasional, no tomarse a diario. Si no puedes renunciar a ellos, intenta buscar sustitutos sin azúcar endulzados con xilitol o sorbitol.
- Intenta evitar los refrescos con gas, ya que no sólo tienen azúcares sino también ácidos que contribuyen a desmineralizar los dientes. Puedes buscar alternativas como las infusiones u otras bebidas sin azúcar.
- Los caramelos y chicles que se pegan a los dientes son particularmente perjudiciales, ya que el tiempo de exposición a los mismos es mayor. Por eso se recomienda especialmente limitar su consumo.
- Después de tomar dulces, es muy recomendable cepillarse los dientes. Lleva un kit dental de viaje en tu bolso y así podrás cumplir con este consejo estés donde estés.