5 hábitos que perjudican a la salud bucal
Los hábitos y rutinas son claves a la hora de cuidar de la salud de todo nuestro cuerpo… y, por supuesto, de la boca también. Anteriormente en este blog hemos visto 5 buenos hábitos para cuidar de la salud bucal. Hoy queremos mostrarte la otra cara de la moneda: cinco costumbres que resultan perjudiciales para tu salud bucal.
1. Morderse las uñas
Morderse las uñas es desastroso para la estética, pero lo que no todo el mundo sabe es que también es perjudicial para la boca. Con el paso del tiempo esta manía va desgastando los incisivos centrales, y en algunos casos los dientes pueden llegar a separarse.
Para superarlo, puedes recurrir a los esmaltes especiales que se venden en farmacias. Estas sustancias tienen un sabor desagradable, por lo que consiguen que seas consciente del hábito y provocan rechazo al mismo.
Otro truco es hacerse una buena manicura, que te ayudará a ver tus uñas de otra manera y te dará una motivación adicional: ¡no estropear el esmalte!
2. Apretar demasiado fuerte al cepillar
Solemos creer que “cuanto más se frote, mejor”… ¡pero los dientes son más delicados de lo que parece! Usar un cepillo demasiado duro o aplicar una presión excesiva puede acabar desgastando el esmalte. En la mayoría de los casos un cepillo suave o medio es suficiente: si tienes dudas, pregunta a tu dentista o farmacéutico. Y para acordarte de apretar menos, ¿qué tal una nota en el espejo del baño?
3. Tomar refrescos con gas
Las bebidas gaseosas contienen azúcares como la sacarosa y la fructosa, que acidifican la saliva y facilitan la desmineralización de los dientes. Las bebidas “light” tampoco son inocentes, ya que los edulcorantes como el aspartamo o la sacarina tienen el mismo efecto acidificante. En ambos casos, los saborizantes como el ácido fosfórico o el ácido cítrico contribuyen a empeorar sus efectos.
Por todo ello, se recomienda moderar mucho el consumo de bebidas con gas y dejarlas para ocasiones especiales. Para sustituirlas puedes optar por infusiones o agua con o sin gas. Y cuando te des el lujo de un refresco, ¡no olvides cepillarte los dientes después!
4. Olvidarse del hilo dental
Aunque casi todos somos conscientes de la importancia de cepillarse los dientes, a menudo no se le presta la misma atención al hilo dental. Pero la limpieza interdental es fundamental para eliminar la placa y los restos de alimentos de lugares donde el cepillo no puede llegar. Escoge un producto de limpieza interdental acorde a tus necesidades y prueba a poner una alarma diaria en tu móvil para acordarte de usarlo.
5. Descuidar la visita al dentista
Más de la mitad de los españoles no visitaron al dentista el año pasado, según datos del Consejo General de Dentistas de España. Se cree que los tratamientos dentales son caros y dolorosos, pero lo cierto es que las revisiones regulares ayudan a prevenir problemas serios. Por ello, visitar cada año a este profesional es una buena inversión económica y además te ahorrará dolores en el futuro.
Recuerda: todos los malos hábitos pueden cambiarse con constancia y esfuerzo. ¡Tu boca te lo agradecerá!