El trabajo del odontopediatra: ¿cuándo hay que llevar a los niños al dentista?
Hola, soy la doctora Albericio y hoy os voy a explicar en qué consiste mi trabajo. En mi día a día me encargo del mantenimiento de la salud bucodental de los pequeños de la casa: soy odontopediatra.
La odontología pediátrica, también conocida como odontopediatría, se ocupa de la prevención y el tratamiento odontológico desde la infancia hasta la adolescencia, habitualmente hasta los catorce años. Los odontopediatras somos los profesionales especializados en estos cometidos. Dentro de nuestra labor también se encuentra el implantar las técnicas adecuadas que faciliten al niño conocer el ámbito odontológico, para que no lo perciba de forma agresiva y que sus visitas al dentista sean algo habitual.
Es importante que los niños acudan a revisiones dentales desde pequeños, porque en este periodo de la vida es el momento de introducir los programas preventivos y los tratamientos necesarios para llegar a conseguir un estado de salud óptimo en la edad adulta. Por ello, la mayoría de asociaciones y sociedades científicas como la Sociedad Española de Odontopediatría (SEOP) o la Sociedad Española de Odontología Infantil Integrada (SEOII) recomiendan hacer la primera visita al odontopediatra dentro del primer año de vida.
En esta etapa, los odontopediatras asesoramos a los padres para establecer unos correctos hábitos alimenticios y unos cuidados higiénicos adecuados, y así favorecer un correcto desarrollo de los dientes y los maxilares. Además, proporcionamos información sobre aquellos hábitos que debemos evitar, como permitir que el bebé se quede dormido con el biberón o impregnar el chupete en sustancias azucaradas para calmarlo.
Cuando llevemos a nuestro hijo a una revisión odontológica, el odontopediatra realizará una exploración clínica y una exploración radiográfica para valorar su salud bucal. Las radiografías odontológicas son muy útiles para realizar un diagnóstico completo ya que nos ayudan a detectar posibles caries localizadas entre las muelas, que en muchas ocasiones no son apreciables en la exploración clínica. También nos ayudan a valorar el tamaño de las caries y a visualizar la presencia de focos infecciosos. Además, gracias a ellas, podemos observar los dientes permanentes que se están formando en los huesos maxilares.
En ocasiones, a los dos o tres años de edad hay niños que han sufrido traumatismos, presentan caries o tienen problemas en la forma de morder. En estos casos, el odontopediatra pondrá en marcha las medidas y los tratamientos necesarios para devolver la salud bucal al niño. Es importante que sepamos que la detección y tratamiento temprano de estas patologías puede evitar la necesidad de realizar tratamientos más complejos en el futuro.
Normalmente, los odontopediatras establecemos la frecuencia de las visitas de revisión cada seis meses. No obstante, debe ser cada profesional quien, según las características y riesgo de caries de cada niño, establezca los periodos de revisión.