Las zanahorias no son solo crujientes y sabrosas, sino también muy nutritivas. Por ello, es muy recomendable que podamos incluirlas en nuestra alimentación habitual.

En ese sentido, cabe tener en cuenta que se trata de verduras ricas en fibra, vitamina K, vitaminas del grupo B, potasio, antioxidantes y, muy especialmente, vitamina A en forma de beta-caroteno.

De hecho, es sobre todo el beta-caroteno el responsable de los principales beneficios para la salud asociados al consumo de zanahorias.

Quizás el más conocido sea el efecto positivo que ejerce este nutriente sobre la salud ocular. Sin embargo, diferentes estudios han determinado que el beta-caroteno también es beneficioso en la prevención de ciertos tipos de cáncer.

A su vez, comer zanahorias se ha vinculado con una reducción del colesterol en sangre y con una disminución de la ingesta total de calorías diarias por su efecto saciante, lo que convierte a esta verdura en una gran aliada en las dietas de pérdida de peso.

Asimismo, se sabe que el consumo de zanahorias resulta beneficioso para la salud bucal. ¿Imaginas por qué?

Relación entre las zanahorias y la salud bucal

• Encías saludables. Unas encías sanas y fuertes son fundamentales para nuestra salud bucodental. Por ello, no solo es importante tener una adecuada higiene bucal, sino también adquirir hábitos que ayuden a mantenerlas en óptimas condiciones.

En ese sentido, masticar vegetales fibrosos y duros como las zanahorias crudas estimula las encías y contribuye a la fabricación de saliva.

Esto es muy beneficioso, porque la saliva lubrica y protege las mucosas de la boca, arrastra físicamente las bacterias, tiene un efecto antimicrobiano y cicatrizante,  remineraliza constantemente la superficie de los dientes y regula el pH de la cavidad bucal.

Todo ello tiene un efecto preventivo frente a las caries, las lesiones del esmalte y las enfermedades de las encías como la gingivitis y la periodontitis.

• Dientes fuertes. Como hemos visto anteriormente, las zanahorias son una fuente muy importante de beta-caroteno, componente que nuestro organismo necesita para crear vitamina A.

Cabe recordar que, más allá del calcio, la vitamina D y el fósforo, la vitamina A también es un nutriente esencial para nuestros dientes, porque ayuda a mantener sanos los diferentes tejidos que forman nuestra dentadura, así como la mucosa bucal.

De este modo, si no acostumbras a comer zanahorias, ya tienes una razón más para empezar a incluir estos vegetales en tu dieta habitual.

Además, ahora en verano, apetece mucho comerlas crudas en ensaladas o como snack saludable y aperitivo en forma de crudités.