Sequedad bucal: ¿qué la causa y cómo se trata?
La sequedad bucal es un trastorno de las glándulas salivales que impide que produzcan la saliva suficiente para mantener la boca húmeda. Lo más habitual es que esta falta de saliva se desencadene como el efecto secundario de algún medicamento o por el paso de los años, al llegar a la vejez. De forma menos habitual, esta sequedad estará causada por una enfermedad que afecte directamente a las glándulas salivales, el estrés, a hablar mucho en público, a ingerir sustancias como el tabaco o el alcohol o a alguna enfermedad sistémica.
Pero… ¿qué problemas desencadena la falta de saliva? Puede variar: desde una ligera molestia hasta problemas más graves que pongan en peligro la salud de las encías, de los dientes y del apetito. Esto se debe a que la saliva es un elemento esencial que tiene propiedades antibacterianas y que nos ayuda a controlar el pH de la boca. Si falta, hay más riesgo de padecer caries dentales. La saliva también mejora la capacidad del gusto y facilita la masticación y la digestión.
Es muy importante que, si padeces sequedad bucal, cuides todavía más tu higiene bucal. Esta falta de saliva facilita que las bacterias proliferen, así que es fundamental extremar la limpieza para evitar el desarrollo de otras patologías relacionadas con las bacterias. Es importante que evites los colutorios con alcohol, ya que este ingrediente puede resecar aún más la boca.
Algunos síntomas de la xerostomía o sequedad bucal son:
+ Sensación de viscosidad en la boca
+ Saliva espesa y fibrosa
+ Dificultad para masticar, hablar y tragar
+ Lengua seca o con surcos
¿Cuáles son las causas que provocan la sequedad bucal?
La sequedad bucal se produce cuando las glándulas salivales no funcionan correctamente y cuando cambia la composición de la saliva. Puede tener su origen en varias causas y estas son las más habituales:
+ Medicamentos. Es el efecto secundario de más de 500 medicamentos. Algunos de los más probables son aquellos que se recetan para tratar la depresión, la presión arterial alta y la ansiedad o algunos antihistamínicos, descongestionantes, relajantes musculares y analgésicos.
+ Envejecimiento. A medida que pasan los años, se puede incrementar la sequedad bucal. Puede desencadenarse por el uso de algunos medicamentos, de cambios en la capacidad del cuerpo para procesarlos, de una alimentación inadecuada o de otros problemas de salud, como la leve disfunción de las glándulas salivales con el paso de los años.
+ Terapia oncológica. Los medicamentos para la quimioterapia pueden disminuir la producción de saliva. Esto suele ser temporal y se recupera la normalidad al terminar el tratamiento. En el caso de la radioterapia en la cabeza y el cuello, se pueden dañar las glándulas salivales y podría ser permanente según el grado de radiación.
+ Tabaco y alcohol. Consumir alcohol, fumar o masticar tabaco también pueden aumentar los síntomas de la sequedad de la boca.
Y… ¿cómo se trata?
El tratamiento dependerá de la causa y será el dentista o nuestro médico de cabecera quien nos recete la mejor solución para nuestro caso particular. Estas son las opciones más comunes:
+ Consultar con el médico de cabecera la posibilidad de cambiar los medicamentos que producen la sequedad de boca. Si el médico considera que la causa de este problema es un medicamento, puede ajustar la dosis o valorar si existe alguno equivalente por el que sustituirlo.
+ Productos para humectar la boca. Pueden ser enjuagues bucales, saliva artificial o humectantes para lubricar la boca. Los enjuagues bucales diseñados para la sequedad de boca pueden ser una gran opción,
+ Medicamentos que estimulen la saliva. Nuestro médico podría recetarnos algún medicamento para estimular la producción de saliva en los casos en los que la sequedad bucal sea muy intensa.
¿Qué pautas de higiene bucal debe incorporar una persona con xerostomía?
Es muy importante que, si padeces sequedad bucal, cuides todavía más tu higiene bucal. Esta falta de saliva facilita que las bacterias proliferen, así que es fundamental extremar la limpieza para evitar el desarrollo de otras patologías relacionadas con las bacterias. Además del cepillado, incorpora seda dental y colutorios para llegar a cada hueco de la boca. Es muy importante que evites los enjuagues con alcohol, ya que este ingrediente puede resecar aún más la boca.
Si la causa de la sequedad no puede eliminarse, la humedad de la boca se podrá recuperar de diferentes modos. Su dentista puede recomendarle el uso de humedecedores bucales como sustituto de la saliva. Los enjuagues bucales especialmente formulados para la sequedad bucal también proporcionan alivio.